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Maestras y maestros que dejan huella

Mtra. Theresia Pfennich




En México, el 15 de mayo celebramos el día de la maestra y el maestro.


¿Sabías que en Finlandia ingresar a la carrera de educación es más difícil que entrar a muchas otras carreras, incluidas medicina, ingeniería o leyes? El requisito es tener un promedio mínimo de 9.0 en bachillerato y presentar dos exámenes, uno de conocimientos generales y otro, un examen oral, que mide competencias sociales como empatía y comunicación de los aspirantes. Ambos exámenes son muy difíciles de aprobar y hay aspirantes que lo intentan hasta en tres ocasiones. ¿Por qué hacer tan exigente la selección de los candidatos para ingresar a la docencia? Porque saben que las y los maestros tienen en sus manos lo más preciado de Finlandia: los pequeños ciudadanos que el día de mañana serán los responsables de construir una economía fuerte y una civilización en donde predominen los valores de la justicia, verdad, equidad, igualdad, respeto, tolerancia, etc.


En Finlandia es un gran orgullo ser maestro y la valoración social del trabajo que los docentes realizan es muy alta.


En este mes que celebramos el día de la maestra y el maestro daremos 10 cualidades que hacen a los maestros dignos de admiración y respeto.


Un docente que deja huella es aquel que:


1. Cree en el inmenso potencial de cada uno de sus alumnos y es un optimista incansable que confía en que puede lograr aquello que parece improbable. Es un docente que reta a cada uno de sus estudiantes y los acompaña para lograr sus objetivos.

2. Reconoce a cada una y uno de sus estudiantes como un ser único e irrepetible y lo trata de manera individual y afectiva; promueve que exprese sus gustos, intereses y aptitudes de manera creativa.

3. Valora la importancia de la diversidad y riqueza que hay en el grupo, promoviendo el trabajo colaborativo y un ambiente de cooperación en lugar de competencia.

4. Enseña que el error es una gran oportunidad de lograr un aprendizaje; el docente no lo penaliza ni juzga.

5. Se muestra siempre feliz y motivado haciendo su trabajo, pues sabe que está construyendo un mejor mundo a través de la educación.

6. Cuida que todos sus alumnos y alumnas sean integrados(as), amados(as) y aceptados(as) por su grupo y promueve valores de tolerancia, respeto e igualdad.

7. Enseña la relación entre esfuerzo y recompensa. Ayuda a los estudiantes a tener más fuerza de voluntad y estructura.

8. Enseña y prepara para la vida real, para lo cual reta cognitivamente a sus alumnos; les enseña a tener un juicio crítico y a ser creativos en la solución de problemas.

9. Se convierte en “entrenador personal” que apoya al que más lo necesita y reta al más avanzado.

10. Al paso del tiempo es recordado no sólo por la pasión con la que compartía los conocimientos, sino especialmente, por cómo hacia sentir a cada uno de sus alumnos.


En la pandemia, inmersos en un ambiente de miedo, muerte y enfermedad se vuelve indispensable el tener docentes así, seres humanos comprometidos en cuerpo y alma por ser un refugio emocional para cada uno de sus estudiantes.


Es bien cierto que, durante este tiempo de contingencia, hemos logrado valorar más que nunca el papel que tienen los docentes; ahora nos damos cuenta de lo complejo que es enseñar, sobre todo cuando eso representa inspirar el crecimiento y el cambio interior de cada uno de los seres que nos son encomendados.


Por todo lo anterior, es momento de dar GRACIAS a todos aquellos docentes de “corazón” que, de la noche a la mañana, se adaptaron y aprendieron a dar clases virtuales y que, con sus propios recursos, han pagado el Internet y comprado sus equipos para poder continuar con su labor. Gracias a todos los que, al ver que sus alumnos no tienen computadoras o Internet, preparan materiales y planean actividades que fotocopian con sus propios recursos y los hacen llegar a sus alumnos. Un reconocimiento especial para aquellos que, estando enfermos o cuidando a convalecientes del COVID, no dejaron de dar clase porque sabían que sus educandos los esperaban con ansias.


¡Gracias a todos esos maestros y maestras que dejan una huella imborrable en sus alumnos!


Vaya nuestra oración por todos aquellos que perdieron sus trabajos porque cerraron sus centros educativos: recuerden que ser maestra o maestro es una vocación que se ejerce en cualquier momento y lugar, por lo que podrán seguir siendo ejemplo y guía a quienes los rodean. ¡Reciban nuestro deseo de que pronto consigan una buena opción laboral y que nuestros centros puedan, al fin, abrir las puertas y escuchemos en los pasillos las risas y juegos de los niños y de las niñas, que son la alegría y el sentido de la escuela!


Querido docente, en México tristemente no has tenido la valoración ni retribución que mereces, pero no olvides que gracias al amor y conocimientos que has dejado en cada alumna y alumno, ¡estás colaborando en la construcción de un mundo mejor! ¡Y eso te hace digno de todo respeto y admiración!


¡BENDICIONES!

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