¡MÉXICO, CREO EN TI!...
Poema de Ricardo López Méndez
En septiembre celebramos las Fiestas Patrias, actividades en familia, de gratos momentos en torno a las costumbres más típicas del país, el mejor momento para que los niños desarrollen la identidad nacional, el respeto y amor por México, la tierra que los vio nacer. El tributo a la Bandera, el Himno y el Escudo Nacional son los símbolos más destacados de la Patria.
Este año, en septiembre tendremos el nuevo Congreso de la Unión, con diputados y senadores que deben velar porque en nuestro México estén representados todos y todas por medio de leyes justas que beneficien a una sociedad tan compleja y diversa como es la nuestra. La Constitución debe regir todas las nuevas leyes.
La mujer forjadora de nuevos ciudadanos
La mujer, que es pilar de la sociedad mexicana, educadora de las nuevas generaciones ¿vive y enseña a sus hijas e hijos cuál es el compromiso con la construcción de un México libre, justo y fraterno? Los valores patrios se conocen y se viven primero en la familia, que es la primera escuela de formación democrática. La educación escolar debe continuar con esa formación ética y cívica.
Somos responsables de ayudar a vivir los valores de: La Civilidad, la Democracia y la Solidaridad que integran la virtud del patriotismo. Desafortunadamente, en muchas familias solo vivimos unas celebraciones patrioteras y no el patriotismo.
Me viene a la memoria la frase que siempre hemos recordado en las fiestas patrias “Como México no hay dos” que habla de nuestra valiosa cultura en la que destacan muchos valores: sentido de la hospitalidad, de la fiesta, amor a la familia, tradiciones muy bellas en las diferentes regiones, religiosidad popular arraigada y sentido religioso, comida deliciosa, folklor y me gustaría destacar en especial el papel de la mujer ya que es ella la que principalmente que conserva nuestras tradiciones. Todo lo anterior y mucho más integran nuestra cultura mexicana y nos debe llevar, esta cultura a vivir los valores del compromiso con el Bien Común.
El Papa Francisco en, su visita a México en 2020, en el Palacio Nacional describió el compromiso con el Bien Común: habló a su llegada, frente a los políticos, los empresarios, los dirigentes: “A los dirigentes… les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino… ayudándoles a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda adecuada, trabajo digno, alimento, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano de paz”.
Sus mensajes fueron llenos de esperanza, de confianza para un pueblo desilusionado, desconfiado, temeroso, dolido. Habló del Dios de la Misericordia: “Nuestro Padre es el Padre de una gran familia, es nuestro Padre. Sabe tener un amor único, pero no sabe generar y criar ‘hijos únicos’. Es un Dios que sabe de hogar, de hermandad, del pan partido y compartido. Es el Dios del Padre nuestro, no del ‘Padre mío’ y ‘padrastro vuestro’”.
Diferencia entre patriotismo y patrioterismo.
El Patriotismo es el pensamiento que vincula a un individuo con su patria. Es el sentimiento que tiene un ser humano por la tierra natal o adoptiva a la que se siente ligado por determinados valores, cultura, historia y afectos. Es el equivalente al orgullo que siente una persona por pertenecer a una familia. El patriotismo no esnacionalismo y discriminación.
Actitudes patrioteras son posturas que se asumen al calor de las emociones de una celebración o acontecimiento, sin ninguna reflexión y compromiso verdadero en favor del bienestar de los habitantes de la tierra donde nacimos. Es la exaltación de los símbolos patrios, el recuerdo de los hechos históricos, en muchas ocasiones conocidos a medias y que pretenden impresionar, emocionar a las personas que escuchan. Es sólo un “Viva México”, vestirme de charro, brindar por México, tronar cohetes, participar en la fiesta.
En México y Latinoamérica encontramos líderes políticos con marcadas actitudes patrioteras que parece que tienen un excesivo y enfermizo amor a los símbolos externos y en su discurso se oyen frases como “morir por la patria” y no son tampoco capaces de buscar el bien común de los ciudadanos que gobiernan y trabajan para la eliminación de odios, corrupción, miedos y establecer una cultura de la legalidad y respeto de los derechos humanos de todos y todas.
En las actuales circunstancias que tenemos en nuestro país es conveniente que todas las instituciones, especialmente la familia y la escuela, colaboren fuertemente para reconstruir nuestro tejido social roto por la violencia, corrupción u odio, etc. y que nuestra conducta se construya sobre bases firmes de respeto a todos los Derechos Humanos. La familia, la escuela, la Iglesia, las organizaciones de la sociedad civil, deben enfocar sus esfuerzos para que se conozcan, valoren y promuevan los valores patrios.
México necesita adultos, jóvenes niños que se comprometan por medio de un verdadero patriotismo a cuidar y amar a su patria y repetir como el poeta. “México, creo en ti, porque si no creyera que eres mío, el propio corazón me lo gritara…”.
¡Felices fiestas Patrias!
Para reflexionar:
● ¿Cómo celebras en tu familia, comunidad las fiestas patrias?
● ¿Tienes en este tiempo o regularmente en el año un servicio social a los más necesitados?
NOTAS:
Civilidad: Valorar la dignidad de cada ser humano y por lo tanto respeto de las leyes que ayudan a la convivencia.
Democracia: Participación e interacción de la ciudadanía para tener un gobierno que promueva el Bien común de los ciudadanos.
Solidaridad: Empatía con las necesidades de los de
más y ayuda para alcanzar el Bien común.
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